Siempre pagan los mismos.
La prima de riesgo, que mide la diferencia entre la rentabilidad del bono
alemán a diez años y el equivalente nacional, sigue por encima de los 500
puntos. Ahora mismo roza los 550.
Cuando se dispara, crece la desconfianza en la economía española, se pagan
más intereses por la deuda y los inversores no se arriesgan tanto en Bolsa.
Esto repercute en los consumidores de varias formas.
Desconfianza hacia nuestro país.
El plan de rescate de Bankia, que según su expresidente dejará al
grupo en una situación financiera "magnífica", ha hecho tambalear esa
confianza en la banca de nuestro país. El gobierno de Mariano niega que vayamos
a recibir ayuda del BCE dice que el dinero para hacer frente a los 19.000 millones de euros saldrá de la deuda
pública.
Por su parte, el ministro de economía, Luis de Guindos, echa la culpa "a la incertidumbre sobre el resultado de las elecciones en Grecia" la escalada de la prima de riesgo, que está provocando dudas sobre la posibilidad de que España pueda asumir sus compromisos financieros. Si la prima sube, el Tesoro debe financiarse más caro y tiene que pagar mayores intereses por su deuda.
En dos años hemos pasado de pagar los bonos a 10 años al 3,5% a hacerlo por encima del 6%. Mientras, Alemania está colocando sus bonos a diez años -que han caído bastante en los últimos días- en el 1,33%. ¿cómo arregla esto el Gobierno de turno? Subiendo los impuestos. ¿quién paga los impuestos?, los españoles.
Me temo que la subida del IVA está próxima,..., muy próxima.
Disminución en el consumo
Ante una subida de impuestos, la consecuencia más inmediata es la
disminución en el consumo, y su influencia evidente en las tasas de paro que,
en este momento está entorno al 24%. Caerá también la producción y por tanto el
PIB
Salarios más bajos.
Tanto en el sector privado como en el público, en el recorte de gastos se
lleva la peor parte el epígrafe de salarios. Es el coste más significativo y en
el que más se nota la disminución en la partida de gastos, para equilibrar más
inmediatamente la disminución de ingresos.
Créditos más caros.
Ahora es más difícil que los bancos, concedan créditos o hipotecas a
particulares o a empresas. La liquidez que tienen la emplean en recapitalizarse
y cumplir así con las exigencias establecidas para su salvación. No en vano
llevan dos acciones de provisionamiento con el fin de cubrir sus activos problemáticos, que no
son otros que los inmobiliarios.
En hipotecas, los diferenciales medios que aplican las entidades ahora son del 2% más euríbor, lo que deja el tipo de interés final en torno al 3,4%. En créditos al consumo, es difícil encontrar alguno con tipos inferiores al 10%. Los bancos, siempre y cuando concedan un crédito, siguen ganando dinero.
¿Por qué no fluye el crédito?, muy sencillo, no hay suficientes avales y
confianza en la devolución de los préstamos que se solicitan, por tanto, no se
conceden.
La bolsa por los suelos
La bolsa sufre lo indecible al crecer
la desconfianza de los inversores hacia las inversiones de riesgo y
prefieren vender sus títulos y buscar activos más seguros, como monetarios o
depósitos a plazo de bancos solventes.
El mayor lastre en las últimas semanas ha sido Bankia. Además, una prima de riesgo tan alta frena los planes de expansión de las empresas, debido al mayor coste de financiación, lo que puede tener un impacto directo sobre sus beneficios futuros y sobre sus dividendos.
La zona euro con una moneda menos
fuerte
El euro, dada la situación es considerado un activo de riesgo, teniendo en
cuenta sobre todo las dificultades de Grecia, Portugal y España. Así que los
inversores apuestan por otras monedas o divisas como el dólar, el franco suizo,
el dólar canadiense, el dólar australiano, la libra esterlina y el yen. Activos
refugio que conllevan la salida de dinero del país en cuestión. Desde enero
hasta hoy, han salido de España 100.000 millones de euros. El cambio dólar-euro
está en estos momentos sobre el 1,23.
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