lunes, 30 de julio de 2012

La Franquicia. La relación. Parte I

La Relación.


Las relaciones personales o contractuales pueden ser muy diversas. Tantas como personas, empresas, instituciones, fundaciones, partidos, sindicatos, patronales, asociaciones, equipos deportivos, ayuntamientos, diputaciones, gobiernos regionales, y cualquier otra figura susceptible de crear una relación entre dos o más partes.
Pero en todos ellos existe un elemento común, las personas. Sin ellas ninguna de estas figuras sería capaz de conseguir identidad propia, fijar objetivos comunes ( o diferentes ), buscar nuevas metas, nuevos negocios, nuevos servicios, subvenciones, crear empleo, destruir empleo, crear nuevas empresas, destruir empresas ya existentes, salvar otras en dificultades, influir en las decisiones de determinados grupos sociales, contruir una sociedad más avanzada, también impedir su desarrollo, etc, etc,. En definitiva, yo lo resumo en la siguiente frase, que además se aplica muy bien al ejemplo que estamos siguiendo en estas entregas, puesto que de una empresa se trata: "Las empresas las hacen las personas, pero también son las personas quienes las destruyen".

Los modelos de empresa son muy diferentes y en buena lógica entrañan responsabilidades distintas. A modo de ilustración podemos exponer los siguientes ejemplos:

1.   Empresario individual

Es la persona física que realiza en nombre propio y por medio de una empresa, una actividad comercial, industrial o profesional.

Características:

  • No tiene una regulación legal específica y está sometido en su actividad empresarial a las disposiciones generales del Código de Comercio en materia mercantil y a lo dispuesto en el Código Civil en materia de derechos y obligaciones.
  • Control total de la empresa por parte del propietario, que dirige su gestión.
  • La personalidad jurídica de la empresa es la misma que la de su titular (empresario), quien responde personalmente de todas las obligaciones que contraiga la empresa.
  • No existe diferenciación entre el patrimonio mercantil y su patrimonio civil.
  • No precisa proceso previo de constitución. Los trámites se inician al comienzo de la actividad empresarial.
  • La aportación de capital a la empresa, tanto en su calidad como en su cantidad, no tiene más límite que la voluntad del empresario.
Ventajas:

  • Es una forma empresarial idónea para el funcionamiento de empresas de muy reducido tamaño.
  • Es la forma que menos gestiones y trámites requiere puesto que no hay que realizar ningún trámite de adquisición de la personalidad jurídica.
  • Puede resultar más económico, dado que no crea persona jurídica distinta del propio empresario.
Inconvenientes:

  • Responde con su patrimonio personal de las deudas generadas en su actividad.
  • Si el empresario o empresaria están casados puede dar lugar a que sus actividades alcancen al otro cónyuge, según la clase de bienes. Los bienes propios de los cónyuges empresarios quedan obligados a los resultados de la actividad empresarial, mientras que los bienes gananciales pueden quedar obligados por consentimiento expreso o por presencia y consentimiento.
  • Los bienes privativos del cónyuge del empresario pueden quedar obligados por consentimiento expreso en escritura pública.
  • Si su volumen de beneficio es importante, puede estar sometido a tipos impositivos muy elevados (las Sociedades tributan al tipo fijo del 35% sobre los beneficios, mientras la persona individual tributa por tipos más elevados cuanto mayor es su volumen de renta).

2. Sociedad Limitada (S.L.)

Es una sociedad de naturaleza mercantil, con un capital determinado, integrado por las participaciones sociales de los socios, con la gran ventaja de que éstos no responderán personalmente de las deudas sociales (la responsabilidad del socio por las deudas está limitada a las aportaciones que haya realizado), ni siquiera cuando se agote el patrimonio social ya que no tienen responsabilidad subsidiaria.
La administración de una sociedad está más burocratizada puesto que es utilizada por empresas con un gran número de trabajadores, siendo uno de los mayores inconvenientes el que el capital social se compone de participaciones y en el caso de querer transferir a otra persona supone ciertas dificultades burocráticas.



Características:

  • La Ley 2/1995 de 23 de marzo regula las sociedades de responsabilidad limitada, a partir de la cual se pueden constituir S.L. unipersonales.
  • Se trata de una sociedad de carácter predominantemente capitalista.
  • No puede atraer capitales ajenos por medio de la emisión de obligaciones.
  • El capital social no podrá ser inferior a 3.000 euros, y se desembolsará íntegramente desde su origen.
  • Su gestión y representación se encomienda a órganos específicos tales como la Junta General y Administradores.
  • En la denominación de la compañía deberá figurar la indicación de "Sociedad de Responsabilidad Limitada", "Sociedad Limitada", o sus abreviaturas " S.R.L" o "S.L".
Aunque lo normal es que haya dos socios o más, también existe la modalidad de Sociedad Limitada Unipersonal. Surge como respuesta del empresario individual para ejercitar su industria o comercio con responsabilidad limitada frente a sus acreedores.


Pueden darse dos tipos de sociedades unipersonales:

    A) La constituida por un único socio, sea persona natural o jurídica.

    B) La constituida por 2 o más socios cuando todas las participaciones hayan pasado a ser propiedad de un único socio.
Necesariamente habrán de constar en escritura pública que se inscribirá en el Registro Mercantil.
El socio único ejercerá las competencias de la Junta General, sus decisiones se consignarán en acta bajo su firma o la de su representante, pudiendo ser ejecutadas y formalizadas por el propio socio o por los administradores de la sociedad.



3. Sociedad Anónima

Es una sociedad mercantil de tipo capitalista en la que el capital social está dividido en acciones (pequeñas partes del capital) que pueden ser transmitidas libremente una vez que la Sociedad esté inscrita en el Registro Mercantil.
La ventaja más evidente es que los accionistas no responden de las deudas sociales con su patrimonio personal (bienes particulares), y por otro lado, existe la posibilidad de atraer capitales ajenos por medio de la emisión de obligaciones.
Respecto a los inconvenientes que presenta, destacamos el alto capital que hace falta para la constitución y con el complicado régimen de administración de la sociedad (sistema cerrado), hace que no sea adecuada para determinados tipos de Negocios.
No hay un número máximo ni mínimo de socios, es decir, que puede hacerse con un único (crear una Sociedad Anónima Unipersonal), sin embargo, esta modalidad conlleva una serie de obligaciones adicionales para el empresario. Los Socios tienen la obligación de aportar al capital lo que cada uno hubiera suscrito.

Los Socios tienen los siguientes derechos:

  • participar en el reparto de los beneficios sociales y en el patrimonio resultante de la liquidación, en función del número de acciones que posea cada uno.
  • derecho preferente en la suscripción de nuevas acciones (tienen prioridad para comprar nuevas acciones).
  • derecho a voto en las Juntas Generales.
  • derecho de información en los períodos establecidos en los Estatutos.


La sociedad se compone de los siguientes Órganos:

  • Junta General de accionistas: Órgano deliberante que expresa con sus acuerdos la voluntad social. Se define como reunión de accionistas, debidamente convocados para deliberar y decidir por mayoría sobre asuntos sociales propios de su competencia.

Hay dos tipos de juntas:

§ Junta general ordinaria, que se reunirá necesariamente dentro de los seis primeros meses de cada ejercicio, para censurar la gestión social, aprobar las cuentas del ejercicio anterior y resolver sobre la aplicación del resultado.
§ Junta extraordinaria, que deberá ser convocada por los administradores, cuando lo estimen conveniente para los intereses sociales o cuando lo solicite un número de socios titular de, al menos, un cinco por ciento del capital social.
La convocatoria deberá hacerse por anuncio publicado en el Boletín Oficial del Registro Mercantil y en uno de los diarios de mayor circulación en la provincia con quince días de antelación a la fecha fijada para la celebración de la Junta.

  • Administradores: Órgano ejecutivo encargado de la gestión permanente de la sociedad y de representar a la misma en sus relaciones con terceros.
Facultades y deberes de los administradores:

§ Convocar las juntas generales.
§ Informar a los accionistas.
§ Formular y firmar las cuentas anuales y redactar el informe de gestión.
§ Depositar las cuentas en el Registro mercantil.
Los administradores pueden ser personas físicas o jurídicas y a menos que los estatutos dispongan lo contrario, no se requiere que sean accionistas.


4. Asociaciones sin ánimo de lucro

El término asociación puede definirse como un conjunto de personas que se pueden reunir o agrupar en diferentes formas jurídicas como es el caso de las sociedades mercantiles, civiles etc. La asociación sin ánimo de lucro se crea para favorecer a terceros y no para recibir beneficios ni gozar de sus servicios, por lo cual, los beneficios que se obtengan del desarrollo de las actividades de la asociación se destinarán a la propia entidad para que ésta pueda seguir desarrollando sus actividades de forma que los objetivos que se persiguen reviertan de la mejor manera posible en la colectividad.
Los fundadores de una asociación han de ser dos o más personas que decidirán las características de la asociación. Para desarrollar esta función habrán de reunirse más de una vez, siendo la reunión definitiva la que sirva para dar luz verde a la asociación y se le denomina Reunión de Fundadores.

Los socios fundadores han de ser personas naturales con capacidad de obrar, sus decisiones pueden ser, para tomar la decisión de constituir una (y sólo una) asociación determinada, con un fin determinado y con una localización determinada, o bien para la aprobación de los estatutos sociales, o para nombrar a los representantes legales para que lleven a trámite la inscripción.


La asociación funciona sobre la base de los siguientes órganos:

A)  Asamblea General.- órgano supremo de la asociación que ha de convocarse, al menos, una vez al año para la aprobación de cuentas y presupuestos, y es el órgano competente para modificación de Estatutos, realizar los nombramientos de la Junta Directiva, designar al Presidente, etc. En principio, salvo que los Estatutos dispongan otra cosa, el quórum deconstitución en primera convocatoria es la mayoría de socios (presentes o representados) y, en segunda, cualquiera que sea el número de asistentes a la sesión.

           B) Junta Directiva.- órgano de dirección y gestión de la asociación.

    C) Presidente.- representa a la asociación frente a terceros y preside tanto la Junta Directiva cuanto la Asamblea General.

Respecto al patrimonio inicial que toda asociación debe poseer, éste sería el formado por el conjunto de bienes y derechos que los socios aportan a aquella en el momento de su constitución. Dicho patrimonio inicial puede incrementarse posteriormente mediante cualesquiera recursos complementarios, entre los cuales cabe mencionar las aportaciones o cuotas que acuerden los socios, de una parte; y, de otra, las donaciones, subvenciones, legados, herencia etc., que pudiera recibir la asociación de terceros.


5. Sociedad Colectiva

Está dentro de las sociedades mercantiles y tiene un carácter personalista. Funciona bajo un nombre colectivo o razón social, participando todos los socios en un plano de igualdad. Entre los socios cabe distinguir dos tipos, el que aporta bienes a la sociedad que se denomina "Socio capitalista" y el que aporta industria (trabajos, servicios o actividad en general) "Socio industrial".
Con esta modalidad, los bienes personales ya no constan como patrimonio de la empresa (como ocurría en la empresa individual) ya que la responsabilidad es subsidiaria, es decir, solo se puede proceder contra el patrimonio del socio cuando se agota el patrimonio social, ya que la sociedad tiene autonomía patrimonial y responde de sus deudas con su propio patrimonio, aunque los socios también responden de las deudas sociales subsidiaria, ilimitada y solidariamente.
Además, la responsabilidad es ilimitada ya que no se limita al capital aportado por el socio, sino a todos sus bienes presentes y futuros, y también es solidaria porque los acreedores pueden dirigirse contra cualquiera de los socios por el importe de la deuda, aunque luego éste pueda reclamar a los demás socios la parte que corresponda a cada uno.
La ventaja principal es que supone la forma más sencilla de constituirse como sociedad mercantil, tanto en lo que se refiere a la constitución como a la administración y contabilidad. El inconveniente es el tipo de responsabilidad que asumen los socios: ilimitada, ya que estamos en una sociedad personalista, en la que los socios adquieren ciertos derechos pero también obligaciones. Frente a otro tipo de sociedades, debemos señalar que en las colectivas el carácter de socio es intransmisible.
En las sociedades mercantiles suele ser necesario aportar un capital mínimo para la constitución pero este no es el caso. Por otro lado, aunque el mínimo son dos socios, no existe máximo, lo que puede ser ventajoso para el desarrollo futuro de la empresa.

6. Sociedad Comanditaria

Es una sociedad de carácter mercantil caracterizada por la existencia de dos tipos de socios: los socios colectivos y los socios comanditarios. Los socios colectivos responden con todos sus bienes de los resultados de las operaciones sociales (tienen un estatuto similar al de la sociedad colectiva), y los comanditarios responden solo hasta el montante de su aportación al capital.
Las ventajas de este tipo de sociedad son, además de la sencillez de los trámites y la administración, que los socios colectivos también pueden atraer el capital de otros sin que éstos interfieran en la gestión de la empresa. Por otro lado, los socios comanditarios pueden formar parte de una sociedad más sencilla y menos costosa que la anónima y la de responsabilidad limitada.
Los inconvenientes fundamentales para los socios colectivos son, por un lado la convivencia con elementos no personalistas en el negocio (los socios comanditarios) y la responsabilidad ilimitada a que están sujetos. Para los socios comanditarios, la dificultad principal viene dada por las pocas posibilidades que se ofrecen de fiscalizar la marcha del negocio.


Se distinguen dos tipos de sociedades comanditarias:

  • Sociedad comanditaria simple: Sociedad mercantil de carácter personalista que se define por la existencia de socios colectivos que aportan capital y trabajo y responden subsidiaria, personal y solidariamente de las deudas sociales, y de socios comanditarios que solamente aportan capital y cuya responsabilidad estará limitada a su aportación.
  • Sociedad comanditaria por acciones: Sociedad de carácter mercantil cuyo capital social está dividido en acciones, que se formará por las aportaciones de los socios, uno de los cuales, al menos, se encargará de la administración de la sociedad y responderá personalmente de las deudas sociales como socio colectivo, mientras que los socios comanditarios no tendrán esa responsabilidad.

7. Comunidad de Bienes


Las Comunidades de Bienes son aquellas formadas por varias personas que ostentan la propiedad y la titularidad de una cosa o derecho indiviso.

Hay dos clases de Comunidad:

  • Comunidad simple: son las que tienen por objeto la conservación y aprovechamiento de un bien o conjunto de bienes.
  • Comunidad sociedad: tiene por objeto la organización empresarial de un patrimonio, el cual explota con la finalidad de obtener un lucro que pueda repartirse.

Este tipo de Comunidades se caracterizan por los siguientes aspectos:

  • se trata de un contrato de sociedad.
  • solo pueden ser de bienes o derechos.
  • los pactos realizados se mantienen en secreto.
  • los comuneros actúan en nombre propio frente a terceros.
  • la comunidad carece de personalidad jurídica propia.
  • la responsabilidad de los socios es ilimitada y solidaria.
  • hay concurso de los partícipes tanto en los beneficios como en las cargas, de manera proporcional a las cuotas respectivas.
Como requisitos se debe realizar un contrato verbal entre los partícipes, un contrato privado por escrito, así como la escritura pública ante notario.


8. Sociedad Cooperativa

Es una sociedad constituida por personas que se asocian con el fin de realizar actividades empresariales con estructura y funcionamiento democrático.
Se constituirá mediante inscripción en el Registro de Sociedades Cooperativas y a partir de ahí adquiere personalidad jurídica, quedando fijado en sus estatutos el capital social mínimo necesario para poder constituirse y funcionar la cooperativa. Dicho capital ha de desembolsarse totalmente desde su constitución y está constituido por las aportaciones de los socios y se realizará en moneda de curso legal, aunque si se acuerda en los estatutos, pueden aportarse también derechos que sean susceptibles de valoración económica.
La responsabilidad de los socios, en una sociedad cooperativa, queda limitada a las aportaciones de los socios al capital social suscrito.




Con todos estos condicionantes, derechos y obligaciones, podemos imaginar la influencia que también puede ejercer la forma societaria en la toma de decisiones cuando en una empresa actúan dos o más socios.

Una empresa se inicia por decisión propia. Bien de forma individual, bien de forma colectiva (dos o más socios).
Cuando es de forma individual, eres tú el que se compromete consigo mismo para llevar a cabo un proyecto empresarial que llegará a buen puerto, o no, dependiendo de múltiples factores internos y externos que influyen, sin duda, en la marcha del negocio. Las únicas presiones o influencias van a ser de tus clientes, proveedores, Hacienda, el banco o bancos, con los que trabajas, y tu propia presión. Se puede añadir posteriormente el personal contratado, por supuesto, pero la situación es tan simple como que sois tú y tu negocio, y ese tú es el que toma todas y cada una de las decisiones en la empresa sin tener que obtener el visto bueno de socios u otros compañeros de viaje (grupos de empresas).

Cuando, en la creación y participación de una empresa, intervienen dos personas, situación que puede parecer muy cómoda, aún en comparación con la anterior, o incluso con otros organigramas más complejos de grandes empresas, es decir, dos socios, el tema se puede complicar de una manera sorprendente. 
Tus decisiones solo son al 50% (siempre y cuando la participación en la empresa sea al 50%), y tienen que estar consensuadas son tu socio. Pero no solo las decisiones importantes, también aquellas que no tienen ni la más mínima importancia en los resultados anuales, o de cara a clientes o proveedores, o incluso en la disposición de los muebles de oficina. Tienes que pensar que cualquier movimiento hecho sin el conocimiento de tu socio, puede generar un problema insalvable en la relación personal al cabo del tiempo. Realmente es la conocida situación de acumulación de situaciones incómodas que poco a poco van minando la supuesta buena relación existente, y un día cualquiera estalla una discusión por "cómo hemos puesto el bolígrafo encima de la mesa".
Es cierto que los orígenes ayudan a que esta relación se sustente en una base de mayor o menor confianza. 
¿nos conocíamos antes de comenzar a jugar a empresarios, o no? Esto influye de forma decisiva en la toma de la primera de las decisiones; crear una empresa o no, y crearla con mi amigo o conocido de toda la vida o con mis hermanos, mi mujer, mis cuñados/as, mis hijos, mi vecino, un desconocido con dinero, etc, etc.
normalmente te rodeas de gente conocida, con la que ya has tenido una relación durante algunos años de forma que puedes intuir si el desarrollo posterior puede ser mejor o peor, e incluso adivinar los problemas que pueden surgir y si los vas a poder resolver de forma razonable para no perjudicar a la empresa, a la familia o a la relación que tenías con tu socio.
Si tu socio era un desconocido, y los problemas son tales que lo más aconsejable es terminar con la relación societaria y "partir la baraja", probablemente nuestra única pena sea no haber conseguido lo esperado del negocio, pero nada más. Decir adiós a una persona que apenas conocías, cuesta muy poco.
Es más complicado cuando se trata de un familiar. Separar las cuestiones familiares de las profesionales es muy difícil, y aunque hagas un ejercicio de abstracción hasta el límite, tu subconsciente no deja que lo separes. En este caso, mi opinión es que, por encima de todo, hay que salvar la relación familiar antes que la empresarial. No puede ser que te cruces por la calle con un hermano, un tío, un hijo, tu mujer, tu cuñado, tu sobrino, etc, etc, y no puedas mirarlo a la cara. Creo que es mucho más desagradable que tener que cerrar tu empresa.
El siguiente escenario es con tres o más socios. Simplemente multiplica la situación anterior y los posibles problemas y situaciones comprometidas por el  número de socios que tenga la empresa.
Hasta ahora solo he planteado situaciones societarias a partes iguales. No os quiero ni contar, cuando las participaciones no son proporcionales y hay un socio con mayoritaria absoluta mientras el resto se reparte las migajas, o existe un reparto de forma que pueda dar lugar a la creación de grupos que alcancen la mayoría de votos en decisiones importantes y con posturas o intereses radicalmente opuestos.

Los modelos de asociación empresarial son tan diversos como tipos de empresas existen, y en este contexto podemos encontrar, UTE (Uniones Temporales de Empresas), Holding(Sociedad con participación en otras sociedades) , AEI (Agrupaciones Empresariales Innovadoras), AIE (Agrupación de Interés Económico), Cooperativas de Primer y Segundo Grado, etc, etc,
Dentro de este grupo podríamos incluir al modelo de Franquicia.
Ya hemos definido la franquicia como un sistema de colaboración entre dos partes jurídicamente independientes, vinculadas entre sí a través de un contrato mediante el cual una de las partes, la empresa franquiciadora cede, a cambio de cierta remuneración económica, el derecho a utilizar su marca comercial y su "saber hacer" empresarial, por un tiempo limitado y en un territorio determinado.

El escenario en que nosotros actuamos ha sido y es, por una parte el de la relación societaria de dos personas y a partes iguales, y por otro el de la agrupación de empresas por un objetivo común, el modelo de franquicia, de forma que aparecen múltiples actores con objetivos muy diferentes, pero sobre todo con intereses contrapuestos en la mayoría de las ocasiones.

Cuando comenzó esta aventura, en el año 2001, ni siquiera los franquiciadores  imaginaban hasta dónde íbamos a ser capaces de llegar. Después de un largo camino de 12 años para los franquiciados más antiguos y de 16 para los propios franquiciadores, estamos donde estamos y estamos como estamos. Hasta llegar aquí, hemos pasado por etapas muy diferentes en nuestras relaciones y es lo que vamos a analizar a continuación.

En primer lugar, la selección de candidatos para la explotación de una zona de franquicia, no solo no es tarea fácil sino que requiere determinar un perfil que encaje con nuestras expectativas. Desconozco si los propietarios plantearon esta selección con un perfil concreto o simplemente entrevistaban a los candidatos de forma que si les parecía bien y encajaban en su idea de negocio, simplemente cerraban el acuerdo si las dos partes lo consentían.
Lo que sí es cierto, es que al cabo de los años, estamos donde estamos y estamos como estamos.

Como en el año 2001, año en el que realmente despega la formación de la franquicia de una forma más profesional e incipiente, solamente se había plasmado en papel un modelo de franquicia básico, que con los años iría evolucionando, y aún quedaba un camino incierto sobre los resultados reales de un negocio que prácticamente no se conocía en España, aquellos que nos incorporábamos al grupo y como no podía ser de otro modo, los propios franquiciadores, teníamos un objetivo común, el desarrollo de la franquicia por propio interés y por propio egoísmo. Todos habíamos invertido dinero en algo que deseábamos que funcionase por todos los medios, y todos, absolutamente todos, los más antiguos y los que se incorporaron posteriormente, tirábamos en una misma dirección, teníamos un objetivo común y durante muchos años nuestros intereses eran básicamente los mismos.
Solo una puntualización en este comentario y es que los intereses básicos residían, al menos, en la recuperación de la inversión y en la viabilidad del negocio en el tiempo por parte de los franquiciados, y en la venta de todas las zonas posibles por parte de los franquiciadores para ganar dinero pero también en la buena marcha de los negocios individuales de cada uno de los franquiciados porque eso también suponía más dinero para ellos. Hasta aquí todos estábamos de acuerdo. Nadie que se lance a un negocio está en él por amor al arte; está para ganar dinero, y cuanto más mejor.
Todos deseábamos que el negocio alcanzase un volumen lo más grande posible para conseguir mayores beneficios. Cuantos más cartuchos vacíos fuésemos capaces de recoger, mayor sería nuestra facturación y mayores nuestros beneficios. Hay que decir que nuestro beneficio bruto medio anual  por cartucho fue, hasta el año 2007, del 70%. Además, los márgenes que teníamos unos y otros eran lo suficientemente razonables como para estar contentos, es decir, si nosotros aportábamos un royalti del 10%, pactado en contrato, ese 10% nos parecía suficiente aportación a una central franquiciadora que prestaba un servicio a todos los niveles, sobre todo, prestaba el servicio de venta de cartuchos vacíos, de modo que los franquiciados no teníamos que preocuparnos en vender los vacíos más que a la Central. No necesitábamos un equipo comercial costoso para atender esa tarea tan importante. Solo nos preocupábamos de recoger cartuchos, ellos de venderlos y prestarnos otros servicios.
En esta dinámica, se estableció al cabo del tiempo una relación de confianza mayúscula hacia la Central. Transmitían tal seguridad, honradez, ánimo de colaboración y preocupación por nosotros, que nunca llegamos a pensar en otra cosa que no fuese agradecerles lo que estaban haciendo por nosotros. Además, la mayoría veníamos muy "zurrados" de nuestros anteriores trabajos por cuenta ajena, y esta situación nos cegó, en buena parte, de cara a lo que comenzamos a vivir después. ¿era una relación espontánea o era una relación interesada por alguna de las dos partes?
No podemos negar la relación interesada que ya hemos apuntado anteriormente, el dinero.
Pero voy más allá en cuanto al planteamiento o enfoque de unos y de otros en el día a día para el desarrollo de sus negocios.

¿Cómo se trabaja y por qué?

Partiendo del argumento del dinero, existe un aspecto de comportamiento que puede tener varias vertientes. Trabajamos para ganar dinero, es verdad, pero dentro de este interés, cada paso que das ¿ está planificado o actúas por pura buena voluntad, sin esperar más a cambio, en el ánimo de ayudar a que el negocio prospere ?, ¿ Es un comportamiento natural o está previamente estudiado y pensado de forma que arrastras o manipulas al resto a hacer lo que a ti te interesa?, ¿ayudas a los demás por algún interés oculto, es decir, no expuesto anteriormente, o lo haces de forma desinteresada sin preocuparte por las consecuencias?

La gestión de un negocio tiene que ir encaminada a la consecución de determinados objetivos previamente establecidos, pero sobre todo a conseguir beneficio. La forma en que lo hagas, más tarde o más temprano puede causarte problemas o puede ayudarte a que cada vez las cosas vayan mejor.
En mi opinión, y más cuando arrastras a otras empresas hacia objetivos que solo son tuyos y no del resto, los planteamientos tienen que ser claros, exponerlos absolutamente todos encima de la mesa y que todo el mundo se de por enterado. Es muy desagradable verse traicionado por "flecos" que solo conoce una parte y de la que solo esa parte obtiene beneficio. O estamos todos o no estamos ninguno. Y eso implica conocer todos y cada uno de los objetivos y acuerdos que se han establecido. 
No es lo mismo plantear un negocio nuevo explicando únicamente la dinámica, los precios, los márgenes y los proveedores con los que vamos a trabajar, que conocer la dinámica, los precios, los márgenes, los proveedores con los que vamos a trabajar y la comisión que se queda la parte negociadora por el trabajo que haces tú para tu empresa, de forma que los márgenes ya no son los mismos y estás trabajando sin saberlo para un tercero. Parte del esfuerzo en poner en marcha un nuevo negocio se va, sin conocerlo, para aquel que lo propone y no cuenta en detalle todos los aspectos. Cuando te enteras al cabo del tiempo de cómo ha sido el acuerdo y que no conoces todos los puntos, te sientes utilizado, como no puede ser de otro modo.

En el año 2004, se plantea la distribución de consumibles originales aprovechando la red de distribución de la franquicia. Hasta ese momento la relación franquiciador-franquiciado es excelente. Sin fisuras.Recordemos que en ese mismo año cambia el formato de reunión. Un formato que caló hondo en cada uno de nosotros.
Aceptamos el negocio y lo ponemos en marcha. Se establece un proveedor oficial y otros secundarios, como es normal. En reuniones sucesivas se insiste en colaborar más con el proveedor oficial y se denosta a uno de los secundarios por cuestiones de precio y servicio. Todos, absolutamente todos, ante la argumentación que se hizo, entendimos la decisión. En nuestro caso, teníamos una máxima que era no hablar nunca mal de la competencia, y esta argumentación nos llamó la atención. Nosotros habíamos trabajado con el segundo suministrador de una forma totalmente fluida y profesional, y habíamos intentado por todos los medios trabajar con el oficial del mismo modo. Cuando no tenía los modelos que necesitábamos, teníamos problemas con el transporte o con la entrega en plazo (de forma el servicio a nuestros clientes se veía afectado). Al final nosotros trabajamos con el que mejor servicio nos estaba prestando y que en definitiva tampoco tenía tarifas tan altas como el oficial. Donde uno iba más caro, el otro iba más barato y al revés. Se compensaban. Pero sobre todo teníamos mejor servicio y conseguíamos comenzar a ganarnos un prestigio en el mercado ante nuestros clientes. Hasta tal punto que después de 12 años, cuando algunos clientes no encuentran modelos en otro proveedor o tardan en serviles, nos llaman a nosotros.
Aquel rechazo tan insistente nos llevó a preguntar a quien correspondía, qué era lo que estaba pasando. Mejor no habíamos preguntado. En ese momento descubrimos lo que muy probablemente intuíamos pero no queríamos aceptar; el rechazo tenía su origen en las condiciones exigidas por nuestra Central al mayorista que, protegiendo su negocio, no aceptó por completo.
¿puede o debe una central franquiciadora negociar de este modo con los proveedores de la franquicia? por supuesto que sí. Puede y debe intentar conseguir las mejores condiciones para ser competitivos en el mercado. Pero lo que no puede es ocultárselo a sus franquiciados, y mucho menos intentar manipular opiniones en beneficio propio. No puede imponer cuestiones que no hayan sido explicadas, sobre todo porque cuando se descubren, comienzan los malos entendidos y lo más terrible, la desconfianza. Todos los logros conseguidos en un año, pueden verse derrumbados en menos de un minuto. En nuestro caso, los logros de cuatro años de absoluta confianza.

A partir de una situación como la descrita, que puede servir como ejemplo ilustrativo, vienen a la memoria otras cuestiones anteriores, situaciones extrañas a las que no habías prestado atención, detalles que pasaron desapercibidos,, etc, que comienzas a enlazar y analizar. Los sitúas en un plano, como ya no puede ser de otro modo, similar a la decepción sufrida, y piensas en la peor de las situaciones, o en la menos buena.
Es el momento del antes y el después. Cierto es que tienes que medir el grado de riesgo no solo de lo ocurrido sino también de lo que supones, para establecer prioridades y muy probablemente replantear y pensar cómo es y va a ser la relación con aquellos en los que confiabas plenamente.
Nosotros decidimos que tenía la importancia justa y que el negocio seguía adelante. Nos habíamos sentido engañados, pero en conjunto queríamos darles un margen de confianza, a pesar de nuestros principios. Al menos de los míos. Mi socio fue más radical y se opuso abiertamente a algunas de las prácticas de la Central. A partir de ese momento actuaba yo como interlocutor entre la empresa y Madrid.

Este ejemplo sirve como hilo argumental de lo mencionado en las relaciones personales y profesionales; hay tantas como personas......., decíamos al comienzo. Y cuantos más partícipes se sumen al grupo, mayor complicación.

Los vínculos nuestros con Madrid, llegaron a ser tan fuertes que en ese mismo año 2004, a raíz de la construcción de nuestras nuevas instalaciones de 900 m2, la mayor inversión que se ha realizado en la franquicia en cuanto a inmovilizado e instalaciones, nos ofrecieron comprarnos 600 m2 para establecer el almacén Central de la franquicia en Mojados. Esto denotaba una confianza y una relación tan estrechas que nadie se sorprendió. Una inversión en Madrid era impensable, y el sitio más adecuado teniendo en cuenta las circunstancias, era Mojados. Necesitaban, en la distancia, personal de confianza. Ya lo habían encontrado.
Terminadas las nuevas instalaciones e inauguradas, comenzaba otra nueva relación, una de las más difíciles de llevar, y de las más extrañas de entender, la de la franquicia de Castilla y León y Cantabria, con el personal del almacén Central de la franquicia.

Para entonces, como podéis imaginar, la confianza había pasado al terreno personal, hasta tal punto que quedábamos muchos fines de semana para pasarlos juntos con las familias. Llegábamos a juntarnos 12 ó 14 individuos entre mayores y niños. Con el tiempo pasamos fines de semana como invitados en nuestras propias casas.

A partir del año 2005, añadimos un actor más en las relaciones como es el personal del almacén central de la franquicia. Comenzaron dos personas y han llegado a ser 10. Ahora mismo son 6. Las circunstancias obligan.
Al principio compartíamos oficinas, WC, comedor, y alguna otra instalación más. Las dos partes de nave se comunicaban, era diáfano, y el ambiente bueno. A medida que se fueron incorporando nuevos trabajadores, como es normal, la relación de grupo se hace más compleja, y más cuando conviven dos grupo diferenciados: La franquicia y los franquiciadores (que son los dueños de la parte en la que se come y se caga). Añadimos también un concepto más en las relaciones, la convivencia, que nada tiene que ver con las relaciones profesionales o incluso las personales.
La convivencia y el respeto al material y las personas con las que compartes techo e instalaciones tiene que ver más con la educación que has recibido y asimilado, que con cualquier otra consideración añadida.






jueves, 26 de julio de 2012

Tranquilo, que tú de hambre no te mueres.


Publicado en Libertad Digital


"Libertad Digital/AGENCIAS 2012-07-26
La Comisión de Estudios e Informes del Consejo general del Poder Judicial (CGPJ) ha dado el visto bueno a la petición efectuada por su expresidente, Carlos Dívar de recibir la indemnización que le corresponde por su condición de ex alto cargo del Estado, según confirmaron a Europa Press fuentes de este órgano.
La polémica de los viajes privados pagados con fondos púlbicos del expresidente del CGPJ no será ninguna losa para que Dívar cobre una indemnización de 8.600 euros al mes, a la que por ley, tiene derecho.
El que fuera presidente del Tribunal Supremo y del órgano de gobierno de los jueces tendría derecho a recibir el 80% de sus retribuciones durante un plazo máximo de dos años, 208.000 euros anuales. Los 20 vocales que forman el pleno del CGPJ tienen pendiente de ratificar el informe de la Comisión.
Tras los recortes aprobados por el Gobierno, el expresidente del CGPJ tendrá que elegir entre el cobro de su pensión o bien la remuneración de transición, que cobraría de una vez."


Esto es lo que tapan o intentan tapar los políticos a los que nosotros votamos y que por lo visto deben muchos favores a determinados cargos, porque de lo contrario no se puede entender. Me voy de viaje a costa del erario público, me pillan, me echan de la judicatura, y además me indemnizan. ¿Será para taparle la boca?
Cuando yo sea mayor, quiero ser como Divar. 

miércoles, 25 de julio de 2012

La franquicia, una experiencia en la red.

El trabajo diario

¿Cómo es y cómo ha sido la dinámica diaria en una franquicia de estas características y de este sector?
Lógicamente ha ido evolucionando a lo largo de los años en prácticamente todos los aspectos que podamos imaginar. Desde el equipo humano, lo más importante, hasta el intento de transformación del negocio para hacerlo más rentable, pasando por la logística, la calidad, el sistema administrativo, etc.
El volumen de negocio condiciona en buena parte la infraestructura necesaria para trabajar de una forma eficaz. A medida que aumentamos nuestra facturación, las necesidades de control son mayores, como normalmente también lo son las de personal, material y otros recursos y herramientas necesarias para trabajar. Es cierto que no en todos los negocios las necesidades son las mismas. A veces con el cambio de un ordenador por otro más potente es suficiente y no tienes que tocar nada más. Pero en un sector como el de los residuos y una empresa en la que una de las tareas que más tiempo lleva es la logística y la manipulación, el personal es importante. Como también lo es adaptar la plantilla de forma que seamos capaces de rentabilizar al máximo el número de empleados, sin dejar tiempos ociosos o sin desplazar a alguno de los componentes del equipo hasta el punto de que no sea necesario. Prescindir de un trabajador es un indicativo de muchas cosas, y nunca es agradable.
La parte administrativa es la más ingrata de todas pero la que más información aporta a la empresa para tomar decisiones, sobre todo la contable. Tener un buen control administrativo (control de la oficina y su relación con el exterior) es fundamental para el desarrollo posterior. Es, sin duda, la conexión más importante entre el interior y el exterior de nuestra empresa.
La parte comercial implica tener muy claro qué tipo de negocio estamos desarrollando o pretendemos desarrollar y trasladar esa misma idea a nuestros clientes o proveedores, sobre todo a los primeros, bien sea la prestación de un servicio o la venta de un producto. Transmitir bien la idea de lo que deseamos vender puede ser el 85% de la consecución de un cliente y algo más de la imagen de nuestra empresa. Para ello el personal que tiene asignada esa tarea debe de estar formado y enterado del mismo modo para comunicar los mismos conceptos, ventajas, inconvenientes, resolución de problemas, etc, etc,... Si tenemos varios comerciales y cada uno de ellos vende nuestro producto o servicio, no con diferentes argumentos, porque cada cliente es diferente y tenemos incluso que rechazar a alguno de ellos si vemos que nuestra oferta no resulta interesante para él o para nosotros, sino con diferentes conceptos básicos de lo que la empresa quiere trasladar al cliente final, el desorden y el caos que puede derivarse a la parte administrativa puede ser importante, además de la mala imagen que dejamos en cada una de nuestras visitas al cabo del tiempo.
La logística, como ya hemos dicho, en una zona tan extensa como la nuestra, Castilla y León y Cantabria (la más extensa de la franquicia), tiene que estar absolutamente organizada y coordinada con el almacén y la oficina, pues se trata de un trabajo muy laborioso en el transporte y recogida y muy minucioso en la inspección y clasificación de cada uno de los modelos de cartuchos, sobre todo los de tinta. Hay que tener en cuenta que si queremos alcanzar un alto nivel de calidad, como siempre hemos tenido, el esfuerzo mayor es la revisión y limpieza exhaustivas, uno por uno, de cada uno de los cartuchos.
Algunos franquiciados nunca lo han entendido de esta manera y así les ha ido y así, también, nos han llenado de múltiples problemas colaterales, que hemos ido sufriendo al cabo de los años todos y cada uno de los componentes de la franquicia. Como ya hemos dicho, si algo distingue a una franquicia es el modelo exclusivo e igual de funcionamiento.


Claro, que todo esto no puede tener éxito sin un equipo humano adecuado. Digo adecuado, y no digo "el mejor equipo humano".
Cuando planteamos la selección de personal para contratación en diferentes puestos de trabajo, lo más difícil que nos encontramos es "el encaje" de todos y cada uno de ellos. En otras palabras, que bien sean tres, cinco, ocho o quince, todos actúen de forma coordinada y que además tengan el ánimo suficiente de colaboración con la empresa, por supuesto, pero sobre todo con todos y cada uno de sus compañeros. Fuera del trabajo puede que no coman o tomen copas juntos, pero dentro del horario laboral hay que conseguir que se comporten como verdaderos compañeros.
Todo esto tiene su origen, por supuesto, en la persona que hace la selección, y realmente es muy complicado acertar a la primera. Cuando el grupo es pequeño, se puede controlar y acertar más o menos bien. Por mi experiencia, es a partir de 4 integrantes cuando comienzan las dificultades.
Lo cierto es que en estos 12 años, hemos tenido variaciones de plantilla por unas cuestiones o por otras, y no podemos decir que hayamos tenido problemas con el personal. Hemos llegado a ser ocho personas en plantilla y ahora mismo somos tres. Lo de ocho, eran otros tiempos.
A partir de cuatro personas se pueden formar grupos (o parejas), en definitiva disidencias por intereses muy diversos, la mayoría de ellos con uno común como es el dinero.


Siempre he sido partidario de anticiparme a una subida de salario cuando alguien ha demostrado en el tiempo que se lo merece, y no esperar a que me lo pidan, claro está, cuando las circunstancias lo permiten. Esto que para mi y algunos de los trabajadores que he tenido es tan evidente, hay gente que lo entiende de otro modo. Siempre está el típico trabajador que trabaja lo justo y de pronto hace un esfuerzo tremendo durante tres o cuatro días, o una semana, y al lunes siguiente te pide un aumento de salario. 
Dos situaciones: a) Concedemos el aumento.  b) No concedemos el aumento.
En el primer caso, el trabajador se siente contento por haber conseguido su objetivo, pero la situación siguiente va a ser otra semana de trabajo y esfuerzo, para después volver a las andadas.
Si no concedemos el aumento, el trabajador se va a cabrear y no solo volverá a las andadas sino que medirá su esfuerzo lo suficiente como para trabajar exactamente lo que le pagan, y si puede compromete y "malmete" al resto. Pero solo a los que ve vulnerables. En otras palabras, "alborota el gallinero".
Creo que un trabajador de este tipo no interesa, no está a gusto ni el trabajador ni el empresario. Por tanto, lo mejor en estos casos es finalizar la relación laboral de la mejor forma posible.


Hay tantos tipos de trabajadores como gente trabajando, pero me gusta poner un ejemplo como es el de aquél que controla continuamente su reloj para hacer exactamente su horario o controlar la "hora del bocadillo". Por lo general suele ser un buen trabajador, pero transmite muy malas sensaciones al resto del grupo. No es un buen ejemplo tener el almacén sin colocar o limpiar, por ejemplo, y cuando llega la hora de irse a casa marcharse y dejar allí al resto de compañeros haciendo un trabajo que no dura más de 5 minutos. Desde luego que no le van a mirar con muy buenos ojos. Además, suele ser el último en comenzar a trabajar y el primero en salir.
Yo siempre recordaba en otros tiempos que se comenzaba a trabajar a la hora y se terminaba de trabajar a la hora. No me vale el concepto de llegar a la hora y marcharse a la hora. Entre los dos conceptos puede haber aproximadamente una diferencia de 50 minutos semanales (si contamos 5 minutos desde que llega un trabajador a su puesto de trabajo y se pone en marcha, y otros 5 - suelen ser más - desde que comienza a recoger y se va). Eso suponen 200 minutos al mes (contando meses de 4 semanas). Si tenemos en cuenta que el año tiene 52 semanas y 4 son de vacaciones, eso son 48 semanas, que a 50 minutos de "preparación" y "recogida" suponen 2.600 minutos sin trabajo efectivo, es decir, más de 43 horas que un trabajador cobra por no hacer nada. 


Me interesa el trabajador que se pone a "piñón fijo", se preocupa por la empresa, no mira el reloj, le tienes que echar del almacén o la oficina porque nunca ve terminado el trabajo, etc, etc,... A este tipo de trabajador es al que hay que subir el salario sin que lo pida, o darle días de descanso, también sin pedirlos; o no negarle, faltaría más, los días que necesite por asuntos propios, sin mirar el convenio o el estatuto de los trabajadores.


En nuestra empresa hemos tenido, en general, buen ojo para las contrataciones, de hecho, solamente hemos despedido personal en situaciones como la actual, por necesidad, o no hemos renovado, por ser trabajos temporales; otros se han ido por decisión propia. Supongo que como en la mayoría de las empresas en las que prima un ambiente cordial.


En nuestra delegación el día a día es duro, muy duro (como en muchas otras empresas. Esto no es exclusivo de nuestro sector). Si además tenemos en cuenta que un trabajo que necesita al menos una plantilla de 5 personas para tener todo controlado, lo hacen solamente tres, os podéis imaginar.
Hacemos muchos kilómetros en nuestra labor mensual de recogidas y nos deslomamos en la limpieza, inspección, clasificación, embalaje de cartuchos y preparación de palets. Estamos hablando de más de 10.000 cartuchos mensuales, válidos y rechazables.
Coordinamos las salidas y el trabajo de almacén para no dar lugar a la rutina (aunque con solamente dos personas en almacén y recogidas ésta no aparece). Aunque el objetivo es no "quemarnos" ni en los viajes ni en el almacén. Cualquiera de las dos tareas pasa factura si estás más de una semana seguida haciendo solo una de ellas. 
Para evitar este desgaste psicológico, puesto que el físico se lleva mejor, intercalamos ambos trabajos en días alternos, de forma que nunca estamos más de dos días seguidos en uno de ellos.
Cuando he tenido que seleccionar personal para el almacén, además de trabajo, ofrecía turismo gratuito por Castilla y León, y Cantabria. Lo cierto es que al principio, en alguno de los viajes, hemos descubierto lugares espectaculares (esto os puede dar una idea de por dónde nos movemos). Nuestras rutas no son solamente a las capitales de provincia, ni mucho menos, recorremos todo el Bierzo, por ejemplo, y cuando digo El Bierzo, estoy hablando de monte cerrado, de espesura de bosques, y de carreteras de montaña por donde apenas pasa un vehículo, la fantástica Sierra salmantina de Francia, Candeleda y Arenas de San Pedro, La Sierra de Segovia con Riaza,  Navafría y ya bajando Sepúlveda, Mombeltrán y el Puerto del Pico en Avila; y qué deciros de Cantabria, ahí si que hay montaña. Esta zona es especialmente interesante en invierno y con nevadas.
Bien, pero esto, tú solo, con una furgoneta y a 80/100 Km/h, no te da tiempo a contemplar mucho el paisaje. En ocasiones nos permitimos la licencia de parar aunque solo sean cinco minutos y estirar las piernas, y ahí es cuando contemplamos el paisaje.


Saliendo de casa, en bastantes rutas, a las 6 de la mañana y volviendo a casa entre las 5 y las 6 de la tarde, pensad en los kilómetros que podemos hacer. Las más largas están en los 700 Km, y de ahí vamos bajando hacia los 600, 500, 450, 300, y la más corta que es la de Valladolid, lógicamente, pero que aún estando en casa, podemos hacer del orden de 50 Km, cuando la ruta es completa. Claro, cuando estás acostumbrado a una media de 450/500 Km/viaje, 50 Km. te parecen un paseo.


Tenemos una máxima, y es que cuando una ha terminado su ruta, puede irse a casa sin más. Ya descargará al día siguiente en el almacén. Puede terminar a las 12 de la mañana, o a las tres de la tarde. Las recogidas hay que completarlas y cuanto antes acabes, antes te vas a casa. Bastante duro es levantarte a las 6 de la mañana y hacerte 500 ó 600 Km en solitario.


Cuando llegamos al almacén, toda nuestra labor se concentra en la inspección, clasificación y embalaje de cartuchos vacíos, tanto láser como de tinta. Su tratamiento es diferente, si bien la base es la misma.
Para conseguir un nivel de calidad como el nuestro es necesario ser muy meticuloso y tener las cosas claras. Eso pasa por tener una formación técnica tan extensa y con tanta experiencia como hemos conseguido en estos años. No es un trabajo que se aprenda de un día para otro. Además, el tema se complica con la identificación de todos y cada uno de los modelos, si no, ¿cómo clasificamos?. Cuando el cartucho tiene una etiqueta, el problema es menor, pero cuando es reciclado y no lleva etiqueta, la clasificación puede complicarse bastante.
En cuanto a láser se refiere, los pasamos un trapo para quitar el polvo de toner y comprobamos roturas o fallos en el tubo fotoconductor, uno por uno, desechamos aquellos que no sirven para reciclado (residuo puro y duro), que depositamos en contenedores para su posterior destrucción, separamos el cartón, el plástico, los componentes electrónicos, los cartuchos o tubos de fotocopiadora de aquellos que son de impresora, los clasificamos por modelos, registramos el inventario de cada uno de nuestros proveedores, y cuando tenemos el láser terminado, pasamos a la tinta.
La tinta es lo más pesado que os podáis imaginar. Nos dotamos de un trapo que previamente humedecemos con agua, y uno por uno limpiamos todos y cada uno de los cartuchos de tinta que recogemos (excepto aquellos que en la primera inspección visual rechazamos por no ser válidos). La limpieza en estos cartuchos es importantísima, sobre todo en la zona del circuito de la tinta. Una vez limpios, revisamos toda la carcasa y el circuito buscando imperfecciones, en ocasiones minúsculas, apenas se ven, para rechazar o aceptar el cartucho. También se les pasa un test eléctrico para comprobar la fiabilidad del circuito eléctrico del mismo.Conviene descansar al cabo de unos 150 cartuchos revisados; Llega un momento en el que no eres capaz de ver algunos de los múltiples defectos que se pueden encontrar en un cartucho de tinta. Haces otra actividad durante unos minutos, y vuelves  "al tajo". 
Todos los meses tenemos que realizar un cierre para entrega de mercancía a nuestra central, que viene condicionado por los modelos que ellos aceptan, "según condiciones de mercado". Últimamente las condiciones de mercado no son el único filtro para aceptar unos o rechazar otros temporalmente. Desde hace un par de años, más o menos, nuestros almacenes se han visto desbordados por modelos que se han paralizado en las rotaciones habituales, de modo que tenemos una buena parte de nuestro stock sin rotación alguna.
Una vez entregada la mercancía, iniciamos un nuevo ciclo mensual. 


Siempre comentamos la impresión que hemos tenido de la ruta de ese día para sacar las conclusiones más provechosas y adivinar o anticiparnos a posibles problemas u oportunidades que se pueden presentar. O simplemente adecuar la ruta a intervalos más largos dentro del calendario semestral prefijado. Uno de los datos más importantes es la evolución que vemos en cada uno de los proveedores que, además del seguimiento del registro de modelos y cantidades en cada una de las recogidas, tenemos también la impresión, in situ, de la evolución y situación de cada uno de ellos.
Personalmente, en el trato con los proveedores, lo más molesto es que después de 12 años, seguimos con las mismas "cantinelas" sobre los precios, los cartuchos rechazables, el cartón, las tarifas de otras empresas, etc, etc...
Sé que esto ya se ha comentado, pero hasta tal punto es incómodo que he creído conveniente recordarlo en esta entrega.


Como en todos los negocios, encuentras clientes y proveedores de toda condición. El honrado, el listillo que te la quiere colar, el que se hace el tonto, el que se hace el despistado, el que echa la culpa al que no está, el que echa la culpa a los del mantenimiento de la máquina, el que se hace el simpático y te la cuela, el inconformista, el que solo quiere que le quites aquellos residuos de la tienda y le da igual si le pagas o no, el que se va con otra empresa porque un día se cabrea, el mismo que vuelve con las "orejas gachas" porque la otra empresa le ha engañado o no es lo que él creía (normalmente este vuelve, claro, pero pagando). En fin, que tenemos un muestrario muy animado.


Solo hay un mes en el que descansamos para la labor de cierre, el de agosto. Esto tiene un problema como es que en ese mes no facturamos. Puede compensar que en septiembre podríamos facturar el doble pero, como la actividad se ve reducida a la nada, lo de duplicar facturación en septiembre solo es un sueño.
¿podemos vivir solo de un negocio? Evidentemente no. Nos acompañamos de la distribución de consumibles originales para impresoras, de material de oficina, de gestión de residuos, de la venta del cartón que separamos en las inspecciones, de venta de mobiliario, de componentes informáticos y electrónicos, somos también servicio técnico oficial de Lexmark, y si soy sincero, de todo aquello que nos pidan, deje dinero y lo podamos vender.
Está todo tan saturado que cuanto más amplio sea el abanico de ofertas, mucho mejor. Pero al igual que en los restaurantes, tenemos una especialidad,..., los cartuchos vacíos.


La oficina, que no es otra cosa que el control administrativo, es el alma de la empresa. Por ella pasan todos y cada uno de los movimientos del personal, de los vehículos, del dinero, de los comerciales, del transporte externo (subcontratación), de la mercancía, etc, etc.
No tengo la menor duda de que es el trabajo más ingrato y por ello el menos agradecido. Pero todo el mundo se acuerda de la administración cuando tiene algún problema; salarios, facturas, pedidos, cobros, pagos, rutas, clientes, proveedores, y todo cuanto se os pueda ocurrir. Todos pasamos por la oficina o llamamos por teléfono, si estamos fuera, al menos una vez al día. Desde luego, toda esa información, si está bien canalizada y ordenada, aporta una capacidad de decisión importantísima, precisamente por la cantidad de datos que nos suministra. Las decisiones de financiación, bien medidas por supuesto, nacen de parte de los datos mencionados, la organización de rutas, nace también de una buena base de datos de nuestros proveedores, y dentro de una ruta, la decisión de seguir con ella o no, rentabilidad, nos la da también, el registro administrativo. En definitiva, es la más importante, probablemente, y es a la que menos caso hacemos.


Durante el ciclo mensual, tenemos pocos días de una moderada tranquilidad. Ahora que tenemos una plantilla de tres personas, menos aún. Pero cuando tenemos ese día, lo aprovechamos al máximo para hacer las tareas de "segundo plano" y que no son tan urgentes, con lo cual, es un día más tranquilo pero también estamos ocupados durante toda la jornada laboral.


En relación con esta situación, durante el año hacemos un horario partido, excepto en los meses de julio y agosto, en los que la actividad baja de una manera alarmante, y desde el año 2009 hemos podido hacer jornada continua, que agradecemos enormemente. A pesar de todo, tenemos que seguir dando servicio. Solemos cerrar durante la segunda quincena de agosto, más que nada por coger vacaciones, porque de lo contrario, desde ese mismo año 2009, no sabemos lo que son unas verdaderas vacaciones.


El ambiente de trabajo es extraordinario. No hay presiones, que seguramente sea uno de los aspectos más incómodos del mundo laboral. Cada uno conoce su trabajo y él mismo se pone la presión que crea oportuna. Lo importante, y todos lo saben, es que el trabajo esté hecho al final de cada ciclo mensual. Importante, nadie mira el reloj, ni la ruta que le toca. Tenga 120 Km, ó 500. Ahora somos tres en plantilla, pero cuando hemos sido 5 ó 6, siempre ha sido de este modo. En líneas generales, he tenido suerte en la contratación de personal.
Para terminar, solo una puntualización, y es que en el día a día, toca relacionarse con la central, pero esto será contenido para otra entrega.